lunes, 6 de mayo de 2013

Consulta: "Aratingas"

Hola:

En primer lugar, me gustaría felicitaros por la página. No la conocía,
pero ha sido un gran descubrimiento. Llevo un par de días explorándola
y me parece que dais unos consejos excelentes. Además, he visto a mis
amigos de Los Sauces, así que no puede ser sino un sitio de confianza
para nuestros amigos.

Aquí están Perro y Marra. Perro strikes again.

(Por cierto, seguimos en Zaragoza y estamos muy bien).

Esta sería la consulta:

Tengo dos aratingas del sol, Perro y Marra. Son los dos papilleros y
están todo el día sueltos. Yo trabajo en casa y estoy todo el día con
ellos. A las 9 se echan a dormir ellos solos a la jaula. Perro, el
macho, es muy sociable. Si vienen visitas a casa, se convierte en su
"nuevo mejor amigo" y pasa de mí olímpicamente. Incluso me grita si
intento quitarlo del hombro de quien sea.
La alegría de la huerta, vaya.

Marra, la hembra, es todo lo contrario. La tengo desde muy chiquitita
y siempre hemos estado juntas. Como digo, estoy siempre en casa, así
que se ha hecho inseparable de mí.
Durante dos años he estado viviendo con un chico y con él no tenía
problema, lo conoció siendo todavía pollito y "lo toleraba".
Al principio, de jovencita, ella también era sociable con otra gente.
Venían visitas y aunque no era como Perrete, sí admitía que hubiera
otras personas e incluso alguna vez jugueteaba con ellos.
Pero en cuanto se hizo "adolescente" y empezó a tener celo todo
cambió. No puede entrar nadie en casa si ella está suelta.

En principio a mí no supone ningún problema, sé cómo son estos
animales y los respeto y quiero. Pero me preocupa mucho que pueda
estar bien cuidada si me tengo que ir de vacaciones, por ejemplo. Mi
único deseo es que los dos puedan estar bien si yo los tengo que dejar
una semana, por ejemplo, al cuidado de alguien.

También dejé de estar con el chico que era mi pareja y no sé muy bien
qué hacer si conozco a otras personas que vayan a pasar más tiempo en
casa. Me han dicho que simplemente se tienen que dejar picar sin
exteriorizar dolor ni miedo, hasta que ella se canse. Pero la otra
parte no suele mostrarse siempre muy dispuesta. Es inevitable que
tengan miedo.

Así pues tengo dos cuestiones.
En primer lugar. ¿Hay alguna forma de ayudar a Marra a ser más
tolerante? Educarla para que tolere a otras personas. Mi principal
preocupación es por si tengo que dejarlos unos días con otras
personas. Que no sufran. Que pudieran estar sueltos y cómodos.

En segundo lugar. ¿Qué puedo hacer para ayudarle a acostumbrarse a
personas nuevas concretas? Lo intento por las buenas, haciendo que la
otra persona le dé chucherías, llevando la rutina de siempre y todo lo
demás. Ella, como es muy lista, se hace la simpática, pero en cuanto
estamos confiados... ¡Zas, al cuello!

A mí me da penita, porque sé que está protegiendo su hogar. Por
supuesto no le grito ni nada. En todo caso le digo un "¡No!" seco.
Pero sobre todo premio comportamientos positivos.

En cualquier caso, ¿podéis darme algún consejo?

¡Gracias!



RESPUESTA EMITIDA POR D. ANGEL NUEVO

Estimada Virginia:
Es absolutamente normal (más por habitual, que por lo que debiera ser)
que ocurra lo que está sucediendo teniendo en cuenta principalmente dos
aspectos:
1-Han entrado en edad reproductora y es normal que se muestren
comportamientos de defensa del territorio y eliminación de posibles
competidores de la pareja...
2-Ha habido un manejo incorrecto en cuanto al espacio del que debieran
disponer/entender como su territorio de alimentación y reproducción...
Entiendo perfectamente que su deseo ha sido en todo momento proveerles
de lo que consideraba lo mejor para ellos, pero es un error frecuente
dejar "campar" libremente por toda la casa a los loros, de manera que no
tienen definido un lugar concreto para defender ante "extraños" y por
tanto defienden la totalidad de la casa que es lo que entienden como
territorio propio...
Lo correcto habría sido que, si desea que vuelen libremente dentro de
su casa, lo hubiera limitado a una o dos estancias (que no significa que
no pueda visitar bajo su tutela otras estancias distintas...). De esta
manera, ante estos comportamientos (que pueden remitir transcurrido un
tiempo, al finalizar su periodo más algido de celo, o pueden mantenerse
bastante tiempo durante el año...)sus aves podrán seguir disponiendo
de determinadas áreas seguras (una habitación especialmente habilitada
para ellos, por ejemplo), sin que interfiera en sus relaciones sociales.
Ahora es más complicado de corregir, pero el comienzo pasa por empezar
a delimitar una o pocas estancias donde ellos puedan explorar libremente
(estancias seguras, obviamente, que han de haber estado examinadas por
usted) pero no la totalidad de su hogar. En dichas estancias, ante la
entrada de un extraño, es muy probable que en estos periodos existan
conflictos, pero en el resto de la casa, y siempre bajo su tutela,
deberían ir remitiendo (tarea que desde luego, no será fácil).
Si están demasiado enceladas haga algunas correcciones en su dieta:
disminución del volúmen total de alimento, Y/o especialmente del
aporte de grasa y proteína (semillas oleaginosas y leguminosas, así
como cualquier alimento de orígen animal: queso, huevos, etc...)
Ha de preveer que, ante su eventual ausencia, las aves dispongan de tal
instalación, que cualquier extraño pueda atender al menos sus
necesidades vitales: agua y alimentación en primer lugar y en segudo,
su limpieza. Para ello puede recurrir a comederos giratorios que se
pueden atender desde el exterior de la instalación sin invadir su
espacio vital.
Espero haberla al menos orientado.
Un saludo
Angel Nuevo
Ekkies Parrots

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